El subsecretario de Estado, John Negroponte y el subsecretario de la oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon visitarán Colombia, Ecuador, Perú y Panamá con propuestas de libre comercio.
Dos de los funcionarios más importantes de la administración de George W. Bush realizaran una pequeña gira por los países latinoamericanos. El subsecretario de Estado, John Negroponte y el subsecretario de la oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, junto a otros funcionarios son los emisarios elegidos de la Casa Blanca, para negociar acuerdos económicos y militares. Entre los países que recibirán a los funcionarios del norte, existen distintas cartas de bienvenida. Desde demostración de soberanía con mas margen de autonomía, hasta las alianzas reverenciales.
En principio, Negroponte, el numero dos del Departamento de Estado del país norteamericano se reunirá hoy con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe y con los ministros de Relaciones Exteriores, Fernando Araújo, y Comercio, Luis Guillermo Plata, en el comienzo de su gira.
Los enviados de Bush mantendrán conversaciones sobre temas comerciales, energéticos y de cooperación regional, según informó el Gobierno de Colombia.
"La visita del subsecretario de Estado de Estados Unidos tiene como fin dar continuidad a los acuerdos propuestos por los presidentes Álvaro Uribe y George W. Bush, durante su encuentro el pasado 11 de marzo, en Bogotá", señaló la Presidencia de Colombia. Al que se suma la reciente visita a Estados Unidos que el mandatario colombiano realizó la semana pasada.
Uno de los pilares que destaca la agenda, es analizar los pasos a seguir sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado por los dos gobiernos en noviembre pasado y que está pendiente de la aprobación legislativa.
Las pretensiones de Bush y Uribe es que el Congreso estadounidense apruebe el TLC entre ambos países, situación que dejaría a la economía colombiana a merced de la estadounidense.
Ante esto, los opositores al TLC de Colombia con Estados Unidos lanzan acusaciones en la prensa nacional al presidente Álvaro Uribe, por dejar que la nación sea "recolonizada" por el país norteamericano.
El mayor temor es que nada en el acuerdo podrá modificarse sin la autorización de Washington, por lo cual Colombia se convertiría en una especie de "colonia" de Estados Unidos. Además, Uribe es acusado de no tener en cuenta las reiteradas posiciones de rechazo de las centrales obreras y de todas las organizaciones campesinas, indígenas y estudiantiles del país.
La propuestas que hacen los opositores del TLC, recae en que lo más importante para Colombia -antes de considerar un acuerdo con Washington- es estrechar los lazos de cooperación con los países fronterizos. Sin embargo, se reconoce que en caso de no existir la aplicación del TLC, Estados Unidos no dejara vender, dado que la administración Uribe es el más reverente aliado de la Casa Blanca en la región.
El segundo país en que los hombres de Washington arribaran será Ecuador. El día miércoles está previsto que el presidente Rafael Correa junto a su canciller, María Fernanda Espinosa se reúnan con Negroponte. Pero, a diferencia de Colombia, el país andino mantiene una posición más autónoma respecto a las propuestas venidas desde el norte.
El número dos del Departamento de Estado, llegará a Ecuador tras la decisión de Correa de dar por terminado un tratado bilateral de protección de inversiones, suscrito en 1993.
El mandatario ecuatoriano, quien en sintonía con el pueblo ecuatoriano sostiene que su país no es una "colonia" de Washington, se opone a un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, que interrumpió las negociaciones hace un año por reformas ecuatorianas que redujeron en 50 por ciento las ganancias de las petroleras por los altos precios del crudo.
Además, Washington mostró disgusto por la caducidad del contrato con la estadounidense Occidental (Oxy), que en 2006 dejó de explotar unos 100.000 barriles diarios de petróleo en la Amazonia ecuatoriana después de ser juzgada por violar la ley al vender acciones a la canadiense Encana.
A su vez, Quito recibirá a Negroponte con una protesta oficial, por una controversia que también implica a Perú. La canciller ecuatoriana, espera al emisario de Bush con una carta de disgusto por el retiro "unilateral" de la sede para Ecuador de las maniobras navales Unitas de junio de 2007.
"Nos hemos puesto a trabajar en una carta de protesta que le será entregada al señor Negroponte", anunció el domingo Espinosa, y agregó que aprovechará la visita para darle a conocer cuál es la "posición de dignidad y soberanía" de Ecuador.
Correa acusó en duros términos al Comando Sur de Estados Unidos de despojar a Ecuador de la sede de los ejercicios militares, rehusándose además a cumplir un protocolo que obliga a las naves extranjeras a reportar su ingreso en aguas ecuatorianas.
"Nos retiramos de las maniobras Unitas, ¡que hagan lo que se les dé la gana!, pero Ecuador es un país soberano y acá se va hacer respetar nuestra dignidad y soberanía", afirmó el mandatario, objetando que el Comando Sur quiera ver a su país "como una colonia".
Las prácticas navales Unitas se desarrollan cada año y en ellas toman parte Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos y Perú, en el marco del Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca (TIAR).
El comandante de la Armada ecuatoriana, almirante Homero Arellano, denunció que Estados Unidos y Perú quisieron desconocer acuerdos por los cuales sus unidades navales deben enviar una señal cuando ingresen en otro país.
A raíz de ello, Ecuador también anunció una carta de protesta contra Perú, el segundo aliado reverente de Estados Unidos en la región después de Colombia.
Además de lidiar con el disgusto oficial, Negroponte será notificado de la negativa del gobierno socialista a extender dos acuerdos vitales para los intereses de Estados Unidos.
El primero vence en 2009 y autoriza a los militares estadounidenses para operar la base del puerto de Manta, y el segundo resguarda los intereses de las empresas estadounidenses.
"El Tratado de Inversiones Recíprocas caduca el 11 de mayo y con el presidente hemos definido denunciar ese tratado y dejarlo insubsistente", señaló la canciller.
El ultimo país sudamericano en que los mensajeros de Bush arribarán será Perú, donde su presidente Alan García, ha demostrado en reiteradas ocasiones mantener "relaciones carnales" con Washington.
A fines del mes de abril, el mandatario peruano visitó a su homologo estadounidense. En esa reunión, ambos presidentes en medio de grandes elogios, abogaron por la firma del TLC.
La llamada "lucha contra el narcotráfico" –que no es más que otra cosa que la militarización de la región- será un tema que los enviados de Bush tratarán de acentuar en Colombia y Perú. En cambio en Ecuador, la situación es distinta, Quito no está más dispuesto a seguir al pie de la letra los mandamientos de Washington.
En ese marco, en cuanto a las perspectivas de la ratificación del TLC entre Perú y Colombia con Estados Unidos, según la visión de varios analistas y expertos, se sostiene que estas economías sudamericanas quedarían a merced de la estadounidense, con el agregado de que se alejarían más del proceso de integración que vive Sudamérica en la actualidad.
Durante la década de los 90, la Argentina de Carlos Menem tuvo una alineación incuestionable con Estados Unidos bajo el nombre de "relaciones carnales". En la primera década del siglo XXI esas relaciones parecen ser la bandera en política exterior del gobierno de Alan García y Alvaro Uribe.